En Pasai Donibane la ermita la ermita Santa Ana, del siglo XVIII, nos ofrece una panorámica fabulosa de la bahía y su puerto. Es interesante también su iglesia de Juan Bautista o el humilladero situado junto al embarcadero, lugar donde los peregrinos se detenían a rezar. El servicio de barca continúa permitiendo el paso de peregrinos y visitantes al otro lado.
En Pasai San Pedro comienza uno de los tramos más espectaculares de la costa guipuzcoana, donde el camino discurre próximo a los acantilados. Sobre el más elevado se alza el Faro de la Plata, fantástico vigía sobre la entrada al puerto. Más adelante, en pleno monte Ulia, el camino asciende hasta las proximidades de una antigua atalaya, utilizada desde época medieval para el avistamiento de ballenas. El camino desciende hasta la ciudad ofreciéndonos inigualables vistas.